abril 28, 2003

Manchester 4, Real Madrid 3.
Old Trafford, Manchester.
1/4 de Final Champions League 2002-2003.


Desde la final del Mundial 2002 en Yokohama, Jap�n, ning�n encuentro de f�tbol alz� tanta expectativa en todo el mundo que el juego de vuelta Manchester United vs Real Madrid. Pero cuando se supo que los dos jugadores emblem�ticos no iban a estar ah�, el �nimo cay� bastante. David Beckham del Manchester United en la banca, por una decisi�n no muy clara del t�cnico Alex Fergusson �no tiene por qu� ser clara su decisi�n (muy suya)�. Ra�l Gonz�lez del Real Madrid, que bate� de homerun en el partido de ida, convalec�a un apendicitis que duele como parir equidnas.

Puede que sepas lo que es parir, pero dime, qu� diablos son las equidnas. Un miembro de la barra Boixos Nois del Barcelona, dolido por la eliminaci�n de su equipo �a qui�n no le doli�, hombre, pero no es para guard�rsela�, dijo que sin Ra�l el Real Madrid perd�a el apetito y que "los blancos" saldr�an de Inglaterra pateados, con seis goles.

Nada m�s lejos. Empezando porque no hubo "blancos". Siguiendo el gesto del buen peregrino, el equipo espa�ol llev� traje de visita, azul marino. Azul nocturno. Un azul semejante al que adoran los buzos del Caribe, que aparece suave a los 25 metros de profundidad, se va opacando y acaba de una majestuosidad inquietante a los 50 � 55 metros, conocida por ellos como la l�nea dulce. En su franja termina el mar trasl�cido, que se nutre desesperadamente de los rayos solares, y nace otro, menos popular, enigm�tico y corrupto.

Azul marino, el equipo sali� a jugar con paciencia carn�vora. De tres mordiscos �Ronaldo representa los colmillos� desangr� al rival, que tres veces se levant� y mordi� lo suyo, pero no logr� zafarse. De un pie lo sosten�a la gigantesca tenaza de 1.62m llamada Roberto Carlos, que act�a como un trauma sobre los rivales. Del otro pie M�chel Salgado, trastabillando al gal�s Ryan Giggs que sofocado y todo abri� brecha para Keane, Solskjaer, Neville y Paul Scholes en cuarto menguante. M�chel Salgado ha encarado con cierto resultado a lebreles como Claudio L�pez y Marc Overmars, pero cuando supo que enfrentar�a a Giggs lo nombr� sinodal de su carrera deportiva. �Aprob� el examen?

El peque�o Estadio Old Trafford representa ya un fen�meno de la comunicaci�n entre equipo y seguidores, m�s noble en reconocer al enemigo que otros avisperos del mundo, como La Bombonera de Boca Juniors y el Ali-Sami-Yen del Galatasaray turco. En el 2000, cuando el Real Madrid ten�a a los Rojos en la lona 0-3 y la reacci�n l�gica era empapar de or�n la banca madrile�a o irse vaciando las gradas, el Old Trafford se puso a cantar y al pitazo final esper� que los espa�oles pasearan su j�bilo. Ahora, algo que jam�s vi. El n�mero 11 apareci� en el cartel de sustitutos del Cuarto Arbitro, llamando a Ronaldo a la banca. Entonces, el Old Trafford interrumpi� la tensi�n del juego para ovacionar a Ronaldo Luis Nazario en un aguacero humano, de pie. Equivalente a que el p�blico brasile�o hubiera aplaudido al uruguayo Alcides Gigghia, autor del segundo gol vs Brasil, en el Maracanazo de 1950. Un gesto incre�ble. Y tambi�n, un acto desafiante para el p�blico madridista que abuche� a Ronaldo hace seis meses cuando FIFA lo premi� en el Santiago Bernabeu con el Bal�n de Oro, coreando retadoramente a sus hist�ricos. Ra�l, Mijatovic, Di St�fano, Hugo S�nchez.

Total que, apenas el Manchester se deshac�a de Ronaldo �cada vez, un gol� y superaba a Roberto Carlos, se le aferraban Guti, Makeleke y McMannaman que hicieron de muelas. Los Rojos jugaron con el cuerpo adolorido, e inconexo. Keane parec�a jubilarse, Van Nistelrooy no pudo lucir su pulcritud con goles (aunque hizo uno) y Ver�n, Ver�n, Ver�n... Ver�n me tiene despistado.

En los tobillos del gigante, Fernando Hierro atina menos cada vez y pierde resistencia y nivel �a�n as� tiene lo suficiente para jugar en el Campe�n de Europa; ya lo dije antes, es el Quarterback�. Iv�n Helguera es un c�mplice excelente y m�s fresco en ideas, aunque se ha ido olvidando del gol y se acostumbra a vivir pastando.

No hablo de Figo. Parece sobrar en el equipo. Es vertical, habilidoso y cuatro etc�teras, pero vive absorto en el desborde y se encierra con los defensores en zonas de poca influencia, cada vez m�s predecible, taponeando las venas que hacen a este equipo un organismo de sangre caliente. La prueba est� en la cantidad de pelotas que vuelve atr�s, cuando le adivinan el quiebre o recibe cobertura doble. Y eso cansa. Dicho lo anterior, me cuadro ante su desmarque que limpi� la pradera a Ronaldo en el tercer gol, ese rel�mpago.

El Real Madrid fue superior. Superior al Manchester United, un est�ndar alt�simo. Superior a los mejores momentos de s� mismo en la temporada. No se le ve rival. Es posible que extra�emos el f�tbol de propulsi�n a chorro del Arsenal, como tambi�n es posible (muy posible) que la taca�er�a estrat�gica del Juventus �Dios m�o, qu� abominaci�n� salga vencedora en la semifinal y se quede con la copa. Pero �ste es el mejor equipo. El mal sue�o, la furia libertina, c�mo decirlo. Totalidad circular. Ghetto feliz. Cabezas, pueblos y pol�gonos. Esa mand�bula sobrecogedora en que se transforma el Real Madrid cuando Zidane juega bien flanqueado.

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abril 22, 2003

En el �ltimo n�mero de El Pa�s Semanal, esa revista viva, se da cuerpo a una rica entrevista con Mija�l Gorvachov, a quien tengo conceptuado al m�s alto nivel. Es martes y no tengo tiempo para un post largo �la justificaci�n es m�a y va dirigida hacia m�, al igual que todo en este el blog�, pero la entrevista me movi� y se me queman las manos.

En el �ltimo a�o de preparatoria (1988-1989), cuando la URSS era todav�a la URSS y en Civismo aprend�amos que el mapamundi se divid�a en Capitalistas, Socialistas y Tercermundistas, el profesor Bruno Cort�s nos anticip� lo que ven�a. Su error fue utilizar una din�mica de lo m�s aburrida. Con la cabeza en los preparativos de la Graduaci�n, que se nos ven�a encima y nos llenaba de est�pidas angustias, ten�amos que aprobar su materia suplementaria, Formaci�n Humana.

Divididos por equipo, nos dio a leer fotocopias de dos textos, de los cuales borr� intencionalmente el t�tulo. La tarea era analizar su contenido y extraer, en un cuadro sin�ptico, las coincidencias. Hubo muchas. Hab�a p�rrafos casi id�nticos. La justicia social, la democracia, la solidaridad, la distribuci�n de la riqueza...

No eran textos cualquiera. Uno reun�a fragmentos del Concilio Vaticano II �la enc�clica Gaudium et Spes� y el otro, entonces desconocido, se llamaba pomposamente la Perestroika. Era una de las primeras ediciones al castellano, antes de convertirse en un libro escencial de la �poca, antes del Boom. Bruno cuidaba su librito "del presidente ruso" con mucho celo, sin despegarle el ojo, y se inquietaba cuando la bibliotecaria lo abr�a demasiado para meterlo en la fotocopiadora, que tiraba su flama en vaivenes sincopados y vomitaba hojas por $ 1.50.

La prepa termin�. El baile de graduaci�n me trae recuerdos inc�modos, palabras que no debieron existir, errores. Luego vino una di�spora de vida y mi memoria se inunda con el vapor vegetal de un bosque gigantesco y fr�o.

Al a�o siguiente todo era Perestroika. Todo era el nuevo orden de las cosas y los adultos no cab�an en la sorpresa. Despu�s de una honda reflexi�n en todo el globo, la URSS reventaba sus siglas, estallando en peque�as rep�blicas que hasta la fecha no ubico, tumbando mentalidades y Muros.

Bruno Cort�s se hizo m�s viejo y emigr� a una preparatoria de Budapest, Hungr�a, m�s cerca de los hechos. El a�o pasado escuch� que hab�a muerto, luego escuch� que no, q�e bueno. De ejercer a�n, debe estar al frente de un mixto grupo de alumnos, a quienes reparte lecturas incendiarias, los aburre y los deja ir. Un buen n�mero de ex-alumnos odia a Bruno Cort�s, sus razones habr�. Pero yo le doy las gracias, adem�s del Premio Nobel en mi imaginaci�n.

Resulta soberbio decir que Gorvachov caus� un impacto tremendo en nuestro mundo, porque no deja de ser una abstracci�n al hablar en nombre de millones. Pero aqu� va otra: estoy convencido de que "nuestro mundo" soy yo, o mejor dicho, de que cada uno contenemos al mundo. En m�, que soy el mundo, Gorvachov dio con tubo, lo que justifica su papel universal. M�s de una vez, cuando alguien se deja envejecer por la costumbre, recuerdo que existe la posibilidad de un buen Gorvachov, el hombre refrescante, capaz de bocetar cosas mejores y hablarse de t� con la Humanidad, que es una abstracci�n hecha de polillas y pleitos.

V�clav H�vel, H�lder C�mara, Jos� Antonio Llaguno, Juan XXIII, Olof Palme, Nelson Mandela, Lech Walessa, Salman Rushdie... Irrepetibles, transparentes, �ntegros, por quienes dan ganas de vivir en este mundo. Mija�l Gorvachov es Uno De Esos Tipos.

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abril 20, 2003




Poni�ndome pascual, busqu� la cita m�xima de Jesucristo en el Huerto de Getseman�, subrayada en mi edici�n favorita de la biblia, la Latinoamericana, editada en 1980 con apuntes incendiarios del obispo Ivo Lordsheider.

"Se�or, de ser posible aparta de m� este c�liz, pero que no sea mi voluntad sino la Tuya."

Lo repet� en silencio, sent� su luz y quise ponerla en las manos de alguien. Como nadie pasaba por aqu�, la entregu� a varios traductores autom�ticos on-line, que se portaron apost�licos. SysTran, por ejemplo, hizo una matatena con las dudas de Cristo. De la franqueza latinoamericana brinqu� al franc�s. Del franc�s al holand�s. Del holand�s al ingl�s. Del ingl�s al chino. Del chino, volv� al ingl�s. A esas alturas la frase se hab�a convertido en:

�Gentlemen possibly separates me from a cup, but my will has not been yours.�

Entonces un atajo, del ingl�s al italiano buscando auxilio papal. Y de nuevo al franc�s. Del franc�s al alem�n, del alem�n al ingl�s. El viaje termin� del ingl�s al espa�ol, donde esperaba el vers�culo inicial de San Lucas en lugar de:

�Nos separa se�or posiblemente media taza, pero mi voluntad adem�s eran diez.�

Algo fall�. Vuelvo a Cristo: �Se�or, de ser posible aparta de m�...� En el segundo intento evit� el franc�s, que puede estar intervenido por la guerra. La ruta fue, entonces, del espa�ol al ingl�s. Ingl�s a coreano. Coreano a ingl�s. Ingl�s a italiano. Italiano a ingl�s. Ingl�s a espa�ol, veamos:

�La posiblidad de se�or �ngulo dado, todo es a pesar de tu cosa.�

�C�mo diablos operan estos traductores? Hablando de literatura, �c�mo puede alguien creerles? El lenguaje es un ser vivo, no un algoritmo. Me divert� tanto que trep� al librero buscando v�ctimas. Fragmentos te�ricos de Umberto Eco acabaron en intransitables voces que �no es broma� hac�an rimar movies con pubis. La grosera sintaxis de Jeff Noon entraba en los motores, los hac�a sudar y de pronto sal�a como una masa inc�moda, que no vale la pena. En plan generoso, transcribo la experiencia que sufri� un fragmento de "La aventura de Koper Beeches" de Arthur Conan Doyle, cuya versi�n espa�ola pertenece a un bilba�no de quien pienso traducir el nombre, Emilio Jacobino Gonz�lez Grano de Oro. El fragmento dice:

�Me encontr� ante un peque�o pasillo sin alfombrar, que se torc�a a la derecha en �ngulo recto. Pasado este rinc�n hay tres habitaciones, de las cuales la primera y la tercera estaban abiertas.�

Babel Fish se encarg� de marear la voz de Sherlock Holmes del espa�ol al ingl�s, al alem�n, al franc�s, al ingl�s, al coreano, nuevamente al ingl�s y v�monos entendiendo:

�La alfombra se presenta derecho, brotado en m� lados externos debiendo ser inicialmente, cuatro campos son la esquina en el Este del mapa.�

La aportaci�n m�s dram�tica, por cierto, provino del coreano. Por razones (tal vez) de discernimiento o (m�s bien) por las cyber-chiripiorcas del lenguaje en Red, modific� el p�rrafo a primera persona: �Me, the carpet...�, comenzaba.

Despu�s sald� una vieja deuda con Bruce Springsteen, quien, al igual que Neil Young, me transmite una credibilidad sin tacha, cosa que me aburre discutir. Su mejor l�nea aparece al final de �Brilliant disguise�:

�Dios tenga piedad del hombre que duda lo �nico que sabe.�

Entre Babel Fish, Lycos y Free Translation hicieron pedazos a Bruce:

�El caso positivo es �l, suponiendo desgraciadamente humano los zapatos.�

Casi amanec�a cuando somet� a la licuadora multicabezas el nuevo libro de Rafa Dro, Lejos del noise. Inici� con el relato m�s veloz, �Get no time�, pero result� una abominaci�n, una denuncia alucinate y clara como chorro de agua hirviendo, algo para no dormir. No me incumbe. Mejor comparto la metamorfosis de �Ultrapop�, esa larva literaria.

�Ultrapop registra con su c�mara nuestro furor en carrusel�, cuenta el narrador, duro como ampolleta. Babel Fish lo mastic� siete veces. Devolvi� esto:

�Se quema el Ultrapop, expresa nuestra c�lera en escuela de caballo.�

La misma tarea para Lycos:

�Registrador de peque�a explosi�n extremista con la rabia en tiovivo.�

Ey, Rafa, �lo has intentado? Si un mal domingo te quedas sin ideas, patea los motores idiom�ticos. Apl�cales tu genio, les caer� como �cido. No muy disinguible de tu estilo �all� reside el talento� tendr�s un producto listo para editarse en pasta dura.


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abril 18, 2003

Italia 3, Brasil 2.
S�nchez-Pizju�n, Espa�a.
Segunda Fase Espa�a 1982.

I
La llave.


Guardo con cari�o un VHS jaloneado y ruidoso. Contiene �ntegro el Italia vs Brasil del Mundial Espa�a 82, donde Italia gan� el boleto a Semifinales y Brasil se volvi� a casa, chillando. El m�ximo choque de escuelas. Estoy convencido de que, al final de la celebraci�n, los italianos tuvieron que sentarse y recibir masaje por un profundo ardor en las rodillas. Y en el cerebro. Les hab�a pasado por encima un equipo tan superior que parec�a jugar otro deporte. Despu�s de los abrazos y el champ�n, se duchaban sin hablar. Ganaron, pero no saben c�mo. Cada bal�n cerca del �rea fue motivo de desesperaci�n. Hab�a que reventarlo y esperar que cayera cerca de otro vagabundo azul, aislado como boya, que siguiera el ping-pong hasta entregar la pelota, en un puyazo largo al portero rival. Y a tomar trinchera. Adem�s del arquero, s�lo dos italianos ten�an instrucciones fijas: Claudio Gentile deb�a sabotear a Zico, cosa que no pudo pero intent� �en una ocasi�n le arrebat� la pelota, derrib�ndolo y rompiendo su camiseta sin que marcaran foul: todo un arte�, y Paolo Rossi, que sali� a cazar liebres.

Los brasile�os llevaban meses jugando a un alto nivel, l�quido e inolvidable, y navegaron la cancha del S�nchez-Pizju�n como g�ndolas pensantes. �C�mo pudieron perder? Se hace tanta fiesta por el hat-trick de Paolo Rossi y las intervenciones roedoras de Dino Zoff. No me interesa. Brasil dio una lecci�n may�scula de f�tbol lujoso y prominente, mental, invencible. Hubo largos periodos del juego en que los italianos no dieron pase con sentido, tropezando unos con otros, grit�ndose y dando manotazos al aire. Los verdeamarillos mientras tanto circulaban en silencio, dosificados, sabios, tejiendo una hermosa red de vasos comunicantes que transmite �es incre�ble� una profunda paz. De 100 partidos, Italia habr�a ganado uno: precisamente �se, que se jug� en Sevilla.

II
Burlamos al p�rroco.


Hay que ver lo fascinante que resulta una Copa del Mundo, como tambi�n lo cegadora que es. El triunfo de Italia en 1982 fue un maldito virus que infect� �infecta todav�a� a sus escuelas de pensamiento y en buena medida a la generalidad del f�tbol. El campe�n fue Italia, como pudo ser Alemania. Pero est� probado que Francia llevo al mejor equipo y Brasil, seguramente, jug� el mejor f�tbol.

F�tbol productivo e intenso, contagioso y f�rtil, por el que vale la pena gastar en un Mundial y llevar la vida marcada en l�neas cuatrianuales. La Francia de Platini, al menos, ten�a para su consuelo la Eurocopa de Naciones. La selecci�n de Tel� Santana, que a mediano plazo dej� una estela de madurez y academia, una bendita mezcla entre funcionalidad y fiesta, se fue con las manos vac�as.

Puede que la Copa del Mundo determine la memoria futbol�stica, puede que las ligas europeas sean la mayor prueba de calidad, sobre todo la italiana, que se presume ruda y hacedora de hombres. A Zico, que jug� tres mundiales y fich� por el Udinese en transferencia r�cord, le fue bastante mal. Pel� tiene m�s dieces, Romario hizo m�s goles, Ronaldo alz� m�s copas. A�n as�, Zico es un privilegiado en la historia del f�tbol brasile�o. Para Mr Phuy m�s todav�a: Zico es el f�tbol unplugged, un pelda�o obligatorio en la escala de valores del f�tbol contempor�neo.

Bien por nosotros. Mal para su generaci�n de futbolistas extraordinarios, que en hallaron el Hilo Negro a pesar de no encajar aqu� ni all�. En oto�o de 1986, Zico dio una entrevista al vicepresidente de Belgium Radio, en Bruselas, cuando planeaba emigrar a Jap�n y reposaba la cicatriz de otra eliminaci�n cruel, ante Francia. En una pausa comercial, cuando se levant� por un cono de agua, el Dj se dirigi� hacia �l tir�ndole dos ganchos. Pum: Te hubieras quedado sin Mundial, como Di St�fano. Zas: No hubieras salido de Brasil, como Pel�.

III
Sin embargo aqu�.


Antes del pitido inaugural de Jap�n-Corea, Francia tuvo el mejor equipo del mundo. Definiciones: hablar del mejor equipo es elogiar a un grupo espec�fico de jugadores (Jorge Valdano le llama "reba�o"), una camada valiosa e integrada, todos en edad y salud, que compiten un mes, superan los imponderables y facturan lo m�s posible. En la cual, sin embargo, los nombres son fundamentales. Equipo completo es igual a campe�n; incompleto, algo que da pena. Zidane y Pires (lesionados) y Henri (explusado en el segundo partido), extraordinarios y anormales, no tuvieron sustituto y fueron el eje vicioso del raro rendimiento de los dem�s. Ver�n m�s oportunidades, pero el reba�o de 1998 se jubil�, dejando en la memoria una impecable l�nea defensiva: Desailly, Blanc, Lizarazu y Thuram.

Francia, el mejor equipo. Pero Argentina el mejor f�tbol.

Lo anterior no tiene explicaci�n, pero en todo caso, busc�ndosela bien, est� en la manera de perder. Mientras Francia, como dije, no hall� sustituto en posiciones b�sicas �no es que el t�cnico no hallara: es que no hay�, Argentina pudo inscribir tres selecciones igual de competentes. Un casting desbordante. Chico dilema de Marcelo Bielsa para elegir entre Batistuta y Crespo, sin hablar de Saviola; Ver�n y Aimar por no decir Riquelme; Ortega y Caniggia por evadir a Solari, a Romagnoli, a Delgado. S�lo se extra�� a los defensores Ayala y Vivas, pero Zanetti y W�lter S�muel cumplieron a gran nivel.

Por ello su eliminaci�n deprime y confunde a Mr Phuy, como a millones de argentinos. D�nde qued� la chispa. El racimo de goles. Nadie lo sabe. Su bajo promedio de gol en contra (0.66 por juego) se mantuvo, pero no sirvi�. Los goles a favor se perdieron entre las maletas y fueron a dar al Aeropuerto de Laos, o cayeron por la escalinata. Dos pelotazos para no dormir jam�s: un penal, un tiro libre. Y adi�s.

Hay que retroceder varios p�rrafos para entender la noci�n de "f�tbol argentino" en oposici�n al "equipo argentino". Me queda claro, a pesar del fiasco, que el f�tbol argentino fue el mejor de 1999 a 2002. Menos n�tido lo siguiente: en mi opini�n lo es todav�a.

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abril 6, 2003


Volvi� la chica simple. Ayer. Ofreciendo disculpas.

Hay dos opciones para enterarse del final de la chica simple. La m�s �gil es recordar el Acto III de la obra teatral Thoughts after Walesa de Kathleen Candyman y ahorrarse la lectura de este post, pues se trata de un hecho id�ntico. La segunda es atenerse a mi cadena de acontecimientos, filtrada por los nervios.

A diferencia de su primer visita, que hizo mella en las normas de seguridad de mi oficina blanca y me hizo acreedor a recias llamadas de atenci�n, la chica simple me hizo sentir inc�modo. No dije palabra, no hice muecas, no extend� la mano: en mi cuadro de cortes�as eso se toma como gracias terminamos sal de aqu�. No logr� ahuyentarla. Ofreci� disculpas con una voz que irrit� a mis compa�eros m�s cercanos.

No los culpo. En un caj�n met�lico, lleno de candados y combinaciones, los empleados guardamos un �lbum fotogr�fico para estos casos. Es confidencial, no voy a decir mucho, pero en �l aparecen aquellos identificados a quienes debo acosar o evadir, seg�n el caso. Por ejemplo est� la foto de Hogan Lorraine, pintor de naturaleza muerta y megal�mano visto por �ltima vez en Zacatecas, temido en nuestro gremio por adormecer con su conversaci�n a los Guardias mientras una comadreja sale de su pantal�n y roba todos los sacapuntas. O la de To�o Vesubio, de nombre completo Antonio Vesubio Graham-Lloyd, quien visit� una sucursal de Tehuantepec y coment� al personal administrativo que no ten�a hermano gemelo pero que, de haberlo tenido, �ste pudo ser coche-bomba y todos vivir�amos en riesgo.

Pillos menores ante la chica simple, de quien aparece una foto ambigua y porosa, de espaldas, captada en circuito cerrado. Al pie de foto dice: Estudiante poco alta, paranoika, gustos musicales, no provocar. Quien no la conoce y la juzga por su inclusi�n en el �lbum de Identificados, rodeada de carteristas e intoxicados de la vida urbana, se decepciona de los empleados de oficina blanca, de las chicas y tambi�n de los limones. Pero ella es una centerfold.

�D�nde est�. S�calo. L�rgate.

Fue lo �nico que dije, cuidando mi pellejo, en referencia al lim�n. Su reacci�n fue sacar un envoltorio de toallas que desped�a olor a c�trico y maldad antediluviana. Mi sensatez (soy muy sensato) se derrumb�. Sent� nuevamente el impulso de fragmentaci�n que hace dos meses me llev� a comportamientos incre�bles. Incre�bles para m�. Incre�bles para cualquier empleado de oficina blanca. Incre�bles tambi�n para la chica simple, que temi� lo peor y prefiri� evadirse: antes de que pudiera emitir el S�ntoma �as� llamamos a un hitazo de sorpresa que inunda la oficina de agentes uniformados� desenvolvi� las toallas y dej� al descubierto el lim�n.

Un lim�n. Luz despe�ada. Todos inm�viles.

De su chich�n mil veces extendido y mordiente sali� una protuberancia dentada, y de �sta una lengua y un ulular de frecuencia alt�sima, taladrando nuestras cabezas. La chica simple se inmol� ante su Se�or, quise decir su Fruto, que en segundos hab�a extendido dos tent�culos �uno de ellos tatuado�, ech�ndosele encima, frot�ndose y frot�ndola. Aerolitos, roedores, t�mpanos. El lim�n derram� su maldito jugo entre las ropas, coyunturas y orificios de la chica simple haciendo de ella un ente irreconocible, acuoso y ambiental.

�Fue un bonito poema, pero acab�.

Emit� el S�ntoma, que casi nunca llega pero cuando llega alcanza lo fatal. Varios uniformados con licencia y mano dura intentaron aprehenderla, cosa de ni�os. Pero la chica �su cuerpo, su podrido cari�o� reci�n se hab�a desvanecido sobre mi escritorio, embarrando sellos y p�lizas, hecha una flacidez que recordaba los relojes de Dal�.


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abril 5, 2003

En la lengua de los Elfos mi nombre es Lolindir Anarian. Me va mejor que a Diego Maradona, cuyo apellido no deja de ser un pleonasmo: Fastolph Goldworthy.

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abril 1, 2003


I Te hablar� de mi madre.

No temo a la muerte, ni que tuviera una idea cercana a lo que es. Hered� la f� cat�lica de mi familia y ahora puedo firmarla. Alimentada y propia, la considero fe adulta. Esto es: un resorte ajustado entre las ganas de crecer y su freno de mano. Por la fe veo la vida como una secuencia de dilemas simples, discretos y mec�nicos. Lo temible es que, desde la fe, barro esos dilemas en su aplastante mayor�a y tengo el respaldo �tico para encarar a los m�s duros, aquellos que se resisten, se conglomeran y crecen. Con ellos hay que ser r�pido y letal, acabarlos al menor costo posible (Qu� pensamiento m�s contempor�neo. Me duele lo que acabo de escribir).

A t�tulo personal, sobrellevo la vida sin angustia por lo que pueda esconder la catapixia de la muerte, siendo �til recordar que en toda catapixia hay tres cortinas y que en la mejor, que nunca elijes, est� Muebles Troncoso. Donde deber�a estar San Pedro hay un cami�n de cuatro ejes, uno nunca sabe. La fe me trae buenas noticias del aftermath, me dice que ver� un flashazo, o sufrir� una metamorfosis, o ser� puesto en un sitio que cumple con los adjetivos interminable, ligero y enriquecedor. Si muero, ya est�; pero me aterra el Alzheimer. La fe moviliza oc�anos, convierte soldados en ap�stoles y desentierra monta�as, pero cuidado con el Alzheimer, pues sale de su jurisdicci�n.

II Retardo y voltaje.

Si la viruela hubiera entrado con m�s tino a la favela de Pel�, si la tuberculosos se hubiera colado m�s ruda en la familia Di St�fano, si Maradona no se hubiera levantado de aquel foul de Goikoetxea, el inigualable Ferenc Puskas, h�ngaro, estar�a recibiendo esos trofeos al Jugador del Siglo. Mejor dicho, los estar�a recibiendo Wilma, su mujer, a quien conoci� en sus d�as c�spide, cuando no pod�a salir a la calle sin que le gritaran "�Ca�oncito Pum!", la misma que lo ba�a, lo viste, lo peina, le arrima fotograf�as y le da peque�os besos para hacerlo volver del camino one-way que tom� al interior de s� mismo. No vuelve.

Como un intento desesperado y tambi�n para sentirse bien, su mujer "lo prest�" a los ejecutivos de la UEFA en el verano del 2002 para un homenaje en el Hampden Park de Glasgow, Escocia, horas antes de que el Real Madrid de Zidane ganara la novena Copa Europea. En el mismo escenario, 42 a�os antes, Puskas hizo cuatro goles al Eintracht Frankfurt �Di St�fano hizo tres: suman siete� el d�a de la Quinta, el momento m�s alto del viejo f�tbol de clubes. Puskas se re�ne con otros nueve ancianos, sobrevientes todos de aquel juego. Como lo fue en sus mejores a�os, Puskas es el m�s chaparro y el m�s gordo. Lo colocan al centro. Mira a los fot�grafos como si no estuvieran y posa la mano en el brillante cop�n de plata, al que ve de reojo y confunde con un delfin, creo. Su mujer lo anima desde el grader�o. No vuelve. Hasta donde sabemos, no ha de volver. Tiene Alzheimer.


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